VENCE LOS MIEDOS

He comenzado a componer nuevos temas, en este tiempo venciendo muchos miedos. Sabemos que el miedo es un cementerio de sueños y talentos. Algunos de los miedos; Temes no tener talento. Temes que te rechacen, critiquen, ridiculicen, malinterpreten o, lo que es peor, te ignoren. Temes que no haya mercado para tu creatividad y, por tanto, no tenga sentido dedicarte a ella. Temes que lo que puedas hacer ya lo haya hecho alguien antes y mejor. Temes que alguien te robe las ideas, así que te parece más seguro mantenerlas escondidas.

Temes que no te tomen en serio. Temes que tu trabajo no sea lo bastante importante política, emocional o artísticamente para cambiar la vida de nadie. Temes que tus sueños sean algo de lo que debas sentirte avergonzado.

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Temes que un día, al mirar atrás, tus empeños artísticos te parezcan una gigantesca pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo. 

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La biblia nos enseña una historia muy interesante acerca de alguien que venció el temor, su nombre es David. 

“Y cuando el filisteo miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer. Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses. Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo. Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.” 1 Samuel 17:42-45, 47

Cuando David se movió a enfrentar a Goliat, tres veces habló palabras directamente a David para impartir temor, inseguridad y hacerle cuestionar su valentía. Si observamos todas eran relacionadas a la apariencia de David, Goliat no tenía idea de lo que había en su interior.

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De la misma forma, la voces que llegan para infundir miedo, son solo basadas en las apariencias, todo lo que hay en tu interior el único que lo conoce y lo entregó es Dios.

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Atrévete a decir, de Jehová es la batalla, yo me encargaré de hacer lo que él me está ordenando hacer.