ERES ESPECIAL
Publicado por Sheila Romero en
Quiero hablarte acerca de una enseñanza que Pedro recibe directamente de parte de Dios, a través de una voz en su visión. Pedro dice: “Pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo” Hechos 10:28
“Entonces la voz me respondió del cielo por segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. Y esto se hizo tres veces, y volvió todo a ser llevado arriba al cielo.” Hechos 11:9-10
En GRIEGO koinós (“común”) típicamente se refiere a la profanación espiritual. Esto sucede cuando una persona trata lo que es sagrado (apartado para Dios) como ordinario (“no especial”). Es el resultado de una persona que reduce lo que Dios llama especial (santo, apartado). La persona lo reduce a mundano, sucio, no especial y ordinario. Algo que Dios limpio como sucio, sin lavar. koinós (“profanado”) describe a lo que es mundano, es decir, despojarlo de su carácter sagrado.
No sé cuántos de ustedes, hoy puedan estar pensando yo no soy especial. No tengo nada especial, tal vez durante años alguien te hizo sentir que no eres especial o cuantos de ustedes tuvieron personas cercanas que le hicieron pensar o le declararon que no eran especiales, que no habían sido apartadas por Dios para grandes cosas. No se a cuantos de ustedes los miraron en algun momento haciendoles sentir sucios, sin valor, sin nada especial, queriendo reducir lo que eres en Dios.
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Sabes que, hoy es necesario que puedas levantar tu cabeza y saber que la sangre de Cristo te limpio, te hace hija, te hizo hijo del Dios todopoderoso.
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Las opiniones no determinan tu destino, Dios sí. Nada de lo que hayas perdido o nada de lo que te haya sido quitado detiene el propósito de Dios sobre tu vida. Eres su obra maestra, fuiste limpia por su sangre, vestida de justicia, gracia y favor.
La historia de Thomas Edison
Cierta vez, un niño llevó a su madre una nota de la escuela. El niño la vio abrir el sobre sellado, sacar la nota y leerla con los ojos llenos de lágrimas. Luego, ella, al ver la ansiedad en los ojos del niño, leyó la nota en voz alta: «Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarle, por favor enséñele usted».
Muchos años después, cuando falleció la madre, el hijo que ya era un hombre, encontró la carta entre algunas cosas viejas de la familia. La tomó y la leyó: «Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela, por lo que usted deberá enseñarle». El hombre lloró durante horas al ver la realidad que hubiera marcado su vida de forma diferente, pero que no le afectó, gracias a la fe que su madre tuvo en él cuando apenas era un niño. Entonces, escribió en su diario: «Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero gracias a una madre heroica, se convirtió en el genio del siglo».
¡Dios tiene esa misma fe en nosotros! Así que no hay razón para que te menosprecies o escuches las voces del mundo que intentan debilitarte.
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Él te conoce, te formó, sabe cuál es tu potencial y lo que eres capaz de lograr. Por lo tanto, no tienes derecho a dudar de ti. Confía en tu Creador porque Sus obras son buenas y siempre tienen un propósito.
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Vivir por fe es alinearnos al pensamiento de Dios y aceptar el reto que implica haber sido preparados para alcanzar grandes objetivos. Así de sencillo. ¡Créele y cree en ti!