ÉL SACIARÁ NUESTRA ALMA Y DARÁ VIGOR A NUESTROS HUESOS

“Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.” Isaías 58:11 RVR1960

La palabra de Dios nos enseña, que el es nuestro pastor. En este versículo vemos que dice que él nos pastoreará siempre. La palabra siempre significa; perpetuo, de continuo, sin interrupciones y constante. Sin embargo, son muchas las veces pensamos que por nuestras malas decisiones, errores y fallas que podamos cometer, él nos deja de pastorear.

A veces hemos llegado a pensar que solamente nos pastorea, cuando vamos por los pastos verdes y en las aguas tranquilas. La palabra del Señor nos enseña, que a pesar de los momentos difíciles que podamos enfrentar, el siempre nos pastoreará. El permanece fiel, aún cuando somos infieles. Él no falla, no cambia, no miente y nunca llega tarde. Nunca dejará de pastorear a su oveja. La oveja podría distraerse y salir del redil. La oveja puede descarrilarse y tomar la decisión de alejarse equivocadamente, pero aún estando lejos el buen pastor deja las 99 para buscar a una.

Otro especto muy hermoso de este versículo es que nos dice; en la sequía saciará tu alma. Lo que nos deja claramente expuesto que siempre vendrán tiempos de sequía pero tenemos una promesa de que en las sequías el saciará nuestra alma. Cuando estemos atravesando tiempos en los que nuestra alma se sienta seca o sin fuerzas podemos tener la fe y la esperanza de que nuestro pastor se encargará te llevarnos junto a las mejores aguas para que nuestra alma vuelva hacer saciada y cobremos ánimo.

––––––––––

Finalmente, nos dice que dará vigor a nuestros huesos. Observemos no aumenta nuestras fuerzas primero, sino que sacia nuestra alma. Si primero no resolvemos con nuestra alma, tendremos problemas. Es como cuando tenemos un carro en muy buen estado podríamos decir nuevo. Un carro de 1,000 caballos de de fuerza y muy limpio. Sin embargo, la transmisión del carro está dañanda. El carro no se podrá mover a ninguna parte. De la misma forma, el conoce que necesitamos fuerzas para continuar, pero las fuerzas por si solas no nos llevarían muy lejos. Él conoce que de la única forma que podemos llegar lejos es teniendo un alma saciada por su río.

––––––––––