CONFIAR

Confía  ciegamente en la palabra que Dios te ha dado y en el depósito que te ha entregado y simplemente camina. 

“Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.”1 Samuel 17:32

Estoy hablando de una confianza ciega. No del tipo: «Estoy seguro de que siempre voy a tener éxito», eso no es confianza ciega, sino ingenua, y lo que estoy pidiendo es que dejes de lado tu ingenuidad por un momento y te atrevas a algo mucho más poderoso. La confianza ciega te exige presentar tu obra, talento, ministerio, palabras, canciones, libros, ideas, de todas maneras, porque sabe que el resultado no importa. No puede importar. La confianza ciega te pide que te mantengas fuerte ante esta verdad: «Tú vales demasiado, independientemente del resultado. 

Aún en la incertidumbre, vale la pena confiar y caminar. Lo que a veces pensamos que es una decepción o un fracaso, es probablemente lo que Dios utilice para llevarnos hacía cumplimiento del destino en nuestras vidas.  No te quejes de lo que no haya funcionado, de las puertas cerradas, de los enemigos, de los que no te celebran. Dios podría haber usado el rey Saúl, que tenía la autoridad, para promover a David. Todo lo que Dios tenía que hacer era mover el corazón de Saúl y decirle: promueve ese joven. Pero, Dios decidió bendecir a David a través de sus enemigos en este caso, no a través de sus amigos. 

Cuando confías en lo que Dios ha hablado sobre tu vida y lo que hay en tu interior, te dejará de importar el resultado porque tu alma estará en paz con Dios. Habrás caminado por el sendero de la libertad, confianza y valentía. Éste sendero siempre tendrá una honra por parte de Dios así que anímate y confía.